Poseo una habilidad innata para las manualidades; desarmar y reconstruir siempre se me ha dado con naturalidad. Al descubrir la técnica de los retratos hechos con hilos, quedé cautivado. Ver cómo, poco a poco, un rostro emerge de las líneas tejidas con delicadeza me atrapó profundamente, y así nació mi pasión por este arte.
Mi Trayectoría
Mi trayectoria escolar fue algo inusual, marcada por cambios frecuentes. Durante mi infancia, debido a las mudanzas constantes de mi madre, asistía a la escuela de manera intermitente, a menudo sin completar los grados. A los 11 años, una pareja que me conoció decidió inscribirme en tercer grado de primaria, sin un comprobante de estudios; en realidad, ya me correspondía estar en quinto grado. Permanecí con ellos hasta concluir la secundaria.
Posteriormente, ingresé al Tecnológico de Tepic, que en ese momento ofrecía nivel técnico, aunque solo permanecí un año allí. Después de reprobar matemáticas, decidí cambiarme a la Preparatoria 13, donde estudié hasta mediados de tercer año, momento en el que me casé. Cinco años después, decidí continuar con mis estudios y me inscribí en una carrera técnica en electrónica en el Conalep, con clases los sábados, lo cual me abrió la puerta a un mejor empleo. Más adelante, concluí la preparatoria y estudié una licenciatura en Administración Computacional, también en modalidad sabatina.
En cuanto a logros académicos, uno de los momentos más destacados ocurrió en la primaria, cuando gané un concurso de aplicación. Este logro me permitió realizar un viaje a la Ciudad de México, donde tuve la oportunidad de fotografiarme con el presidente junto con otros ganadores de distintos municipios.
¿Cómo realizo el arte?
Utilizó la técnica de hilo tensado para transformar rostros a partir de fotografías en cuadros artísticos, logrando así captar y plasmar con precisión la esencia de un ser querido, como abuelos, padres o hijos.
Si bien el enfoque principal está en retratos familiares, esta técnica también permite realizar representaciones de logos, personajes y animales. Adicionalmente, existe la opción de crear obras de mayor tamaño, ya sea aumentando la cantidad de puntos o ajustando la distancia entre ellos, lo cual permite incluso la realización de retratos en superficies de gran escala, como paredes.
Para crear un retrato individual, utilizó una circunferencia de 200 puntos (clavos), que resulta en un cuadro de 55 cm por lado, incluyendo su marco. Para composiciones de dos rostros, empleó una circunferencia de 300 puntos, logrando así un cuadro de 80 cm por lado, también enmarcado.